15 de octubre de 2017

Dejándote ir ( inspirada en la canción mariposas)




Despierto de ese sueño que odio repetir una y otra vez dentro de mi cabeza. Me levanto, me pongo algo de ropa rápido y miro nuestra foto antes de salir a correr. Doy un paso tras otro, cada vez más rápido mientras me alejo de casa,  me cuesta respirar por ese peso que lleva meses asentándose en mi pecho; como cada vez que no duermes en casa y no soy capaz de llenar mis pulmones por completo. Sé que te ves con otras, que nuestro amor se ha desgastado en el momento en que dejaste de cuidar nuestras mariposas y la puerta golpeando al salir.

Ahora no puedo estar en el salón, mirando alrededor sin más, correr es lo único que me ayuda a no pensar en cómo todo se nos ha ido de las manos. He aprendido a desear esas nubes grises, que traen la lluvia que  tanto necesito para aplacar a mi tormenta interior. Por eso voy hacía ellas, no me detengo y cuando el agua comienza a caer, dejo que escurra por todo mi cuerpo, dejo que inunde mis sentidos, que arrastre cualquier sentimiento nefasto que se ha asentado en mi.

Regreso a casa y preparo la maleta ya sin lágrimas, no quiero volver a despertar mientras sueño que estás en otros brazos, porque me desgasta. Sin dudar más empiezo a soltar lastre, me paro antes de salir, cojo nuestra foto y me la llevo. Le doy un último beso, la rompo y mientras conduzco lejos la tiro por la ventanilla. Ya no hay nada entre nosotros que vivir.