4 de diciembre de 2015

Mi reloj rojo

Me despierto con un fuerte dolor de cabeza, apenas puedo levantar mis párpados,  una tenue luz anaranjada se filtra  y me da de lleno en la cara. Estoy tumbada pero todo me da vueltas y no soy capaz de orientarme para levantarme.
 Poco a poco mis ojos se van enfocando, hasta que soy capaz de percibir imágenes nítidas. Veo que estoy sobre una alfombra que no reconozco, me quiero levantar, pero noto que mis manos están atadas; así que invadida por el pánico empiezo a gritar como loca, aunque sé en el fondo de mi cabeza que no es sensato, soy incapaz de ordenar a mi garganta que pare. Hasta que alguien lo hace por mi, me tapa la boca una mano enguantada y mi mirada se topa de frente con unos zapatos negros.
Una voz que no reconozco me advierte que si paro de gritar me soltará, así que asiento con la cabeza y él cumple su palabra. Luego me obliga a sentarme sobre mis talones y me agarra del mentón para levantarme la cabeza. Entonces veo esos ojos de nuevo sobre mi, en un primer momento preocupados, pero fríos y distantes al segundo; esos son los mismos ojos que había visto antes de perder la consciencia cuando me forzó a entrar en el coche.
Él se agacha y me sujeta del cuello mientras me observa como si estuviese tratando de ver algo en mi. Entonces dice: - No sabes quien soy ¿verdad?, no te acuerdas. Niego con la cabeza, porque realmente no me suena de nada ese rostro, aunque sus ojos  sí que juraría haberlos visto, aunque ningún encuentro viene a mi memoria. Se levanta de golpe y deja caer ante mi un pequeño reloj rojo. En un primer momento no entiendo nada, pero miro de nuevo al reloj y un recuerdo empieza a brotar de mi mente.
"Tengo unos siete años y estoy con mis padres en un parque natural de excursión, me siento en una roca a descansar porque estaba exhausta. Entonces un niño de hermosos ojos negros se acerca a mi corriendo, no me asusto porque parece ser él quien tiene miedo, se para frente a mi para decirme algo; pero aparece de pronto un hombre muy enfadado tras él, que supongo es su padre. El niño me agarra fuerte de la manga de mi cazadora, pero el hombre le arrastra con él y al soltarme se desprende mi reloj rojo de mi muñeca, mientras en sus labios leo un -ayudame-."
Un gran suspiro inunda la sala, seguido de una risa malvada; luego absoluto silencio. Levanto lentamente la vista y sé que la cara que observo es diabólica, pero lo que de verdad me aterra es la frase que sale de su boca: -Es la hora de que pagues por no haberme ayudado.
Golpes empiezan a caer sobre mi, me arrastro por la alfombra intentando huir. No sirve de nada, así que me rindo y dejo que venga el siguiente con más dolor, no lloro, ya no me quedan más lágrimas ; giro mi cabeza y mi reloj rojo sigue ahí a mi lado, compartiendo mis golpes hasta que mis párpados se cierran de tanto dolor.
Noto un frío intenso y humedad, me espabilo un poco; veo que estoy en la ducha. Él me está haciendo volver en mi, noto de nuevo esos ojos preocupados, pero al segundo son como el hielo. Entonces sé que esto sólo acaba de empezar.

25 de noviembre de 2015

Mi paraguas azul

El aire sopla fuerte hoy, la lluvia está golpeando contra la ventana de mi dormitorio; soy incapaz de seguir durmiendo y aún son las siete de la mañana. Es mi día libre, pero no tengo nada planeado, ni se me  ocurre nada para hacer hoy. Me doy una larga ducha y me preparo  un café caliente mientras escucho la radio. Después de unos minutos, decido salir, así que me pongo mis botas de agua, mi gabardina, cojo mi paraguas azul y salgo  a pasear bajo la lluvia.
Voy observando con atención todo a mi alrededor; adoro hacer eso porque estoy viendo una película desde primera plana. La gente ni se percata de que estoy observando, porque a esas horas van siguiendo su rutina, su meta es llegar al trabajo o llevar a los niños al colegio. Observo detalles inolvidables de algunos padres a sus hijos , así poco a poco se va movilizando la calle y la ciudad cobra vida.
Pierdo la noción del tiempo, vagando por las calles, olvidándome por completo del reloj y del móvil; solo estoy yo, con mi paraguas azul, disfrutando de este día de lluvia en la ciudad. Adoro el movimiento de las hojas al caer de los árboles, cada charco que tengo que saltar, como cuando era niña, estoy inundada por la belleza de lo que  merodea.
El cielo empieza  a oscurecerse, y se levanta una fuerte tormenta eléctrica; desde pequeña me dan pánico los rayos y odio es ruido de los truenos. Así que me pongo nerviosa, estoy desorientada, porque no sé en que parte de la ciudad me encuentro.  Recuerdo que vi una boca de metro cerca, cojo la calle que creo que llevará hasta ella,  y corro cuando veo el cartel de 300 metros. Un ráfaga de viento se lleva mi paraguas azul y me paro en medio de la calle hipnotizada por su vuelo.
Es en ese justo momento, que un fuerte ruido de unas ruedas derrapando me sobresalta, y veo un bulto de color negro que viene hacia mi; me quedo completamente sin aire y todo mi visión se detiene por completo. Eso incluye al coche negro parado a un centímetro de mis piernas, mi cerebro no es capaz de reaccionar a lo que acaba de suceder, soy incapaz de poder respirar y me empieza a faltar el oxígeno, mis pies parecen estar anclados al suelo... Una puerta se abre y alguien empieza a zarandearme, es entonces cuando los sonidos a mi alrededor regresan. Levanto la vista, y esos intensos y preocupados ojos me están mirando directamente. Entonces se vuelven fríos, y lejanos, una mano enguantada se cierne sobre mi boca, y  soy arrastrada al interior del coche; reconozco la silueta de un arma en la otra mano del hombre que me arrastra. Un segundo antes de que la puerta del coche se cierre conmigo dentro, observo con lágrimas en los ojos como lo que queda de  mi paraguas azul se va rodando.

19 de septiembre de 2015

A mi alrededor

Paso a paso, transcurren los minutos, las horas y los días. Mi cuerpo inmovilizado  me hace estar más atenta a los sonidos que percibo, cada paso que escucho, es como un soplo de aire fresco para mi; me hace sentir que sigo viva. Hace semanas que estoy en este lugar, sin saber que hago aquí y sin que nadie me hable. Con mi ojos vendados, no puedo tener una idea aproximada de nada en este lugar. Bebo cuando alguien me acerca un vaso, y como cuando me ponen algo en los labios. Nadie me habla, no sé si solo hay una persona conmigo o varias, ya no soy capaz de  gritar, hace muchos días que dejé de hacerlo porque no me sirve de nada. Vivo con la esperanza, de algún día saber donde estoy y poder escaparme, porque en el fondo sé que si me hubiesen querido matar, no estaría aquí ahora. Lo único que mantiene mi cordura, son esos pasos que escucho cada día a mi alrededor. El sonido de gotas de agua que caen, y el intenso olor a jabón que invade mis fosas nasales cada que vez que esos pasos se acercan a mi.
Hoy estoy intranquila, algo ha cambiado a mi alrededor, son esos pasos, no son los pasos tranquilos de siempre, son pasos urgentes, que de repente se paran más tiempo de lo habitual. De pronto escucho un suspiro, el primero en muchos largos días; sin poder evitarlo comienzo a llorar. Unas cálidas manos me agarran los antebrazos y empiezan a liberar mis manos, me sujetan fuertemente, pero con dulzura; y es entonces cuando la venda de mis ojos se cae.
Al principio todo es borroso, pero cuando consigo enfocar mi visión, me quedo totalmente eclipsada. A mi alrededor todo es bello, las paredes están decoradas con hermosas hiedras talladas en piedra, hay lámparas que inundan todo con una cálida luz. En un momento estoy hipnotizada, pero luego percibo que esa figura se agranda, ensanchándose enormemente y unas hermosas alas del color del azabache se despliegan ante mi. No temo, no huyo, porque sé que siempre ha estado a mi alrededor, es mi ángel de la guarda.

11 de agosto de 2015

Volar

Imaginar que puedes hacer cosas imposibles, como atravesar  el cielo de lado a lado volando por ti mismo. Atravesar la lluvia intensa a la velocidad de la luz, hasta traspasar las nubes y saber así que está lloviendo bajo tus pies. Al anochecer catapultarte hacia las estrellas, sabiendo que aunque no puedes alcanzarlas, si que las puedes tener más cerca. Observar la luna de frente y sentir la magia que la envuelve, para inundarte de una sensación de paz y claridad. Saber que todo lo imposible, para ti es un tal vez, y que eres un privilegiado por ello. Poder volar para siempre, pero en secreto para que el cielo no se llene de gente como la tierra, y guardar así tu rincón personal en la inmensidad del azul celeste, el blanco, el azul oscuro casi negro y el dorado de las estrellas. Eso es volar con tu alma.

8 de agosto de 2015

Quizás

Un día te despiertas con  la sensación de que el mundo hoy es diferente, que algo dentro de ti ha cambiado, y que quizás sea para siempre. Entonces todo lo ves de otra manera, tu entorno es el de siempre, pero la forma en que está situado para ti no lo es. Te miras en el espejo y lo que observas también es diferente, hay algo nuevo, quizás amenazante, o quizás peor, no lo sabes, pero en el fondo tienes la sensación de que es algo bueno y te gusta. Entonces, quizás te sirvas el café un poco más cargado, quizás cambies la ropa que tenias pensado ponerte y quizás ciertas cosas te importen menos o incluso nada. Porque quizás tus prioridades hayan cambiado, quizás pienses un poco más en lo que realmente te apetece hacer, y quizás simplemente lo hagas. Ya en la calle, te fijas en la forma en que bailan los árboles, al son de la música de tus auriculares, que no es la que sueles escuchar ultimamente, pero es la que solías escuchar siempre.
Quizás lo que ha ocurrido es que una parte de ti se había dormido, quizás simplemente se quedó atascada en una parte de algún viaje, o quizás simplemente te olvidaste de ella sin más. Pero es posible que con el tiempo, se haya despertado, te haya recordado que aún sigue ahí, y que quiere que le hagas caso de una vez. Porque quizás está cansada y ha decidido sublevarse para ocupar el lugar que siempre tuvo. Porque quizás, aunque ahora escribas, es hora de que vuelvas a dibujar. Quizás es hora del quizás.

7 de agosto de 2015

¿Nostalgia?

Cuando hablamos sobre nostalgia, tenemos el concepto de algo pesado que llevamos sobre nosotros desde el pasado. Pero no tiene porque ser así, solo si se ve desde el punto negativo tiene esa connotación. Pero no tiene porque ser mala para nada, si tu sabes donde estás ahora, y lo que te ha llevado hasta ese punto, la nostalgia puede ser una compañera de viaje. Una que te ayude a crecer como persona, que te ayude a conservar las cosas buenas que un día has tenido en tu vida, que te ayude a desechar las malas, para que no vuelvan a ponerse en tu camino nunca más. Mira hacia delante siempre, llevando todo lo bueno en tu maleta, te aseguro que el viaje será mucho más agradable, y que disfrutarás las cosas el doble. Es inevitable que haya un punto flojo en todo este caminar que es la vida, pero no importa, en el camino hay baches, lodo, piedras... Aún así debemos ponernos en marcha y no quedarnos atascados sin pelear, porque sino la vida sería un desperdicio. Por eso y porque uno no olvida jamás aquello bueno que se ha encontrado en el camino, solo por eso, créeme merece la pena. Coge tu nostalgia, cárgala sobre tu hombro y disfruta de lo bueno que hay en ella.

4 de agosto de 2015

La magia de las palabras

Usamos palabras cada día, para transmitir lo que pensamos, aquello que neesitamos y también  para pensar. Inconscientemente las palabras fluyen a través de nuestra mente para poner en ella pensamientos y formar ideas. Nos ayudan en nuestro día a día, para hacer nuestra vida del modo que queremos. O quizás no, porque a veces las palabras nos hieren, nos hacen daño en lo más profundo de nuestro ser; nos resquebrajan en dos, en ocasiones son las culpables de nuestras lágrimas y del dolor de nuestro corazón. Las palabras nos vuelven malvados, cuando decimos cosas sin pensar y herimos a los demás, las palabras también nos hacen malos cuando las omitimos. Aún así si creemos en ellas y en nosotros mismos, si las usamos con sabiduría y con valor al final las palabras nos muestran a nosotros mismos, a nuestros valores. Cuando crees que algo es imposible o poco probable, pero lo pones en palabras y ves que obtienen respuesta, entonces te alegras y piensas que ojalá lo hubieses dicho antes. Pero el caso es no olvidarnos de que las palabras transmiten, las palabras implican significados, unas veces grandes y otras algo muy pequeño. Pero una sola palabra a veces puede cambiar tu pequeño mundo.

Te extraño abuela

Hoy es uno de esos días que los recuerdos de la infancia me asaltan, entre todas las imágenes que fluyen en mi mente destaca tu rostro entre todos los demás. Porque tu ya no estás aquí, porque eras la unión que pasaba desapercibida y sin ti nada es igual.  Sin ti los días grises son más tristes, sin ti las palabras de los necios quedan sin contestación, sin ti los problemas se hacen mas cuesta arriba. Te extraño tanto abuela, cada queja de lo mal que hacíamos las cosas, cada tirón de orejas, cada colleja, cada lágrima que me secabas, cada abrazo que para calmarme me dabas, cada beso y cada aliento que devolvías con tan solo una palabra. Eres única e irreemplazable, sin ti nada es  igual, y se que estarás en algún lugar hermoso velando por nosotros. Porque te extraño tanto abuela, que quiero creer eso, que nos vas a vigilar desde donde estés, para regañarnos por cada decisión mala que tomamos, y un día nos devolverás todas esas collejas que nos merecemos.  Te extraño abuela

Caminos

Voy caminando como cada día a un paso tranquilo y relajado, pero cuando me doy cuenta, ante mi solo hay un enorme hoyo de lodo y fango que amenaza con tragarme. Con todas mis fuerzas tomo aire profundo e intento saltarlo de la mejor manera posible; pero está muy resbaladizo y me caigo en medio del charco. Salgo arrastrándome, usando mis uñas, y clavando mis zapatos hasta el fondo; cuando por fin lo logro, mis lágrimas comienzan a deslizarse a través de mis mejillas y tan solo dejo que fluyan sin más. Cuando ya no me quedan más lágrimas por derramar, sigo adelante hasta que veo una pequeña fuente donde puedo reponer mis fuerzas y quitarme parte de la suciedad. Y es en ese momento, cuando menos lo necesito, que nuevos caminos aparecen ante mi, no tengo ni idea de por cual seguir, así que me siento a esperar y dejar que mi cabeza o mi corazón me guíen. Al final tras mucho deliberar, consigo decantarme por uno y me adentro en él sin ningún miedo y camino por este con el mismo paso de siempre. Nunca sabré si ha sido el correcto, no me lamento por haber elegido ese y no otro; simplemente por esa elección estoy aquí, sino ahora mismo estaría en otra parte o en otro lugar; pero quizás entonces no seguiría siendo yo misma. Así que simplemente no me importan los caminos, sino lo que me llevo del viaje a través de  esas sendas; unas muy hermosas, otras no tanto, pero al final lo importante es que cada camino por el que he transitado es parte mi alma y de mi ser.

21 de julio de 2015

Combustión

Gotas de sudor recorren mi espalda empapando toda mi ropa a su paso. Hasta el movimiento más lento se hace pesado y sudoroso. Tras el iris de mis ojos se enciende una pequeña llama de color anaranjado, que con cada segundo más de calor intensifica su color. Cuando esa mirada de hielo llega a cruzarse con la mía, la llama se pone al rojo vivo. Entonces todo mi ser se pone a arder literalmente, arrasando cualquier rastro de frío a su paso. Mis pies se elevan del suelo, convirtiéndome en una bola de fuego, que abrasa todo a su paso, convirtiendo nuestro planeta en una estrella en combustión. Así es como descubrí mi mundo y lo que ahora soy, una habitante del planeta del fuego.

17 de julio de 2015

Sus ojos

Paseo recorriendo las calles sin rumbo fijo. El calor que emana del asfalto, atraviesa la suela de mis zapatos y el ambiente de mi alrededor es de auténtico bochorno. Llevamos así tres semanas, y mato mis días bajo una rutina de casa al trabajo.
Estoy ya llegando de vuelta a casa cuando al cruzar la calle escucho un ruido ensordecedor y un coche negro se detiene a un cm de mis rodillas.  Levanto mi cabeza y entonces le veo, esos ojos q reconozco de inmediato, pero no reconozco su voz. -Perdona ¿estás bien?. Vuelvo en mi, realmente no se quien es. Nunca le había visto. Hasta q de pronto me agarra de la muñeca y me lleva con él. Entonces flashes comienzan a asaltar mi memoria,  imágenes de la Edad Media, en la que él y yo estamos juntos. Y en ese momento lo sé, estamos destinados, hemos estado juntos siempre,en cada una de nuestras vidas. No tengo q pensar nada más,  él es mi todo y me dejo llevar.

1 de julio de 2015

Sin Aire

Siento mis pulmones pesados, con cada respiración el aire se vuelve más y más denso, tanto que parece que estoy respirando líquido caliente que me abrasa desde el interior. Las venas se me van dilatando, hasta hincharse y quedarse completamente abultadas; dándole a mi piel una apariencia ruda y tosca. Mi color blanquecino se va tornando rojo fuego, y mi cuello se va estirando en busca de algo fresco; pero como no encuentra absolutamente nada, se queda completamente rígido y contraído. Una enorme bola de plomo se coloca en el centro de mi estómago, rodando a toda velocidad y luchando por encontrar la salida. Esa bola sube lentamente, pero abrasando todo a su paso, y con ella mis cuerdas vocales empiezan a vibrar, con tal fuerza que un leve gruñido se empieza a formar en el fondo de mis pulmones elevándose con toda la fuerza posible hasta desencadenar en un grito desgarrador de mi alma,  que se eterniza hasta que se agota junto con el aire de mis pulmones. Entonces y solo entonces, soy capaz de respirar.

19 de junio de 2015

Mi dragón

Cada día tras mi rutina diaria, intento relajar a mi dragón interior y dedicarle un poco de tiempo. Mi dragón es muy peculiar,  bastante cabezota, orgulloso, bocazas, espontáneo, sincero y agotador. No se rinde fácilmente, ni se esconde del miedo. Sino que simplemente intenta volar libremente a sus anchas, lanzando alguna bocanada de fuego aquí y allá. lo que hace que se crezca cada vez más e intente volar cada vez más alto. Tampoco quiero que sea independiente y se vaya, porque he de reconocer que le adoro.  Así que mi opción, es dejarle un radio corto de vuelo a mi alrededor. Con él sobrellevo mi día a día con ganas, y sabiendo que gracias a mi dragón interior siempre seré yo misma. Simple y llana, con la verdad por delante , y una pequeña soñadora con los pies en la tierra; pero siempre con mi dragón.

13 de junio de 2015

Pequeño fuego

Tras varios meses de trabajo interminable como investigadora histórica, Enía había decidido tomarse unas largas vacaciones en Irlanda. Siempre le había llamado la atención ese país, sentía como que necesitaba ir allí. Así que sin más preámbulos se  compró un billete de avión directo a Dublín, una vez allí ya decidiría a que parte del país ir.
Al llegar al aeropuerto se dirigió en taxi al hotel que tenía reservado para esa noche, y desde ahí ya  vería su siguiente destino. La verdad es que el pequeño hotel era precioso, situado a las afueras de la ciudad, tenía un encanto especial; y estaba lleno de hermosas pinturas de la mitología celta. Siempre le habían apasionado aquellas historias de dioses irlandeses que su madre le contaba de pequeña; así que estaba en un entorno que le agradaba muchísimo. Una pintura en especial llamó su atención, representaba a Bridgid la diosa del fuego, su mirada era hipnótica , le hechizó por completo. De pronto una mano se posó sobre su hombro, sobresaltándole,y una dulce voz le susurró al oído " se parece mucho a ti, tienes su mismo pelo rojo, color de piel e incluso esa mirada que no puedes dejar de observar".
Enía se giró bruscamente para darle un puñetazo al que se había osado a hablarle de esa manera sin conocerla; pero le atrapó la mano en el aire , y para su sorpresa reconoció el rostro que la estaba mirando. Era Kalen, el que había sido uno de sus mejores amigos en la universidad, pero que tras la graduación había desaparecido sin dejar rastro alguno. Después de una cena para ponerse al día, descubrió que también estaba allí para unas largas vacaciones y Kalen le convenció para ir a ver los famosos acantilados de Moher al día siguiente.
Alquilaron un coche para una semana y pusieron rumbo a la costa; después de varias horas por fin alcanzaron los acantilados. Enia se quedó asombrada con  la inmensidad que la naturaleza presentaba ante ella, con una altura de 120 metros directamente sobre el  mar, todavía notaba como las olas eran capaces de agitar el aire de su alrededor.
 Después de unos largos minutos absorta en aquella visión asombrosa, una pequeña luz llamó su atención en mitad del acantilado, era como una bola de fuego; pero eso no era posible, no había ningún tipo de acceso al acantilado.
Corriendo se acercó a Kalen para contárselo, y en lugar de creer que estaba loca, confirmó su visión y le dijo que tenían que hablar. Le llevó a una pequeña entrada en el acantilado, que comunicaba con una pequeña galería, entonces Enia se dio cuenta que Kalen conocía muy bien aquel lugar, pues sabía muy bien donde estaba cada piedra. Así que sin dudarlo un momento le preguntó " ¿quién eres Kalen? y ¿porque conoces tan bien este lugar?, que es eso que hemos visto antes." Él se sentó a un lado, y apoyando  su cabeza en sus manos le dijo " tienes que prometerme que me vas a escuchar sin interrumpirme, y que aunque te parezca increíble es real lo que te voy a contar" Enia simplemente asintió.
" Llevo años esperando, siempre sospeché que tenías algo especial, pero no creí que pudieras ser tú. Mi nombre significa (el que posee las claves), mis antepasados provienen de los Tuatha de Danann, antiguos dioses celtas, y mi cometido es encontrar a una descendiente de  Bridgid la diosa del fuego, porque Morrigan la reina de los fantasmas, pretende destruir la luz del mundo, para que los fantasmas vaguen libremente por este mundo, entonces aquellos que tienen cuentas pendientes vivirán torturados y la humanidad se acabará destruyendo a sí misma".
Enia no podía creer lo que estaba oyendo, esos era puros mitos como los que le contaba su madre de pequeña. Estaba temblando, totalmente incrédula, pero a la vez algo le decía que Kalen estaba siendo totalmente sincero con ella. " Entonces no estarás insinuando lo que yo creo, yo no puedo ser descendiente de Bridgid, no tengo nada de sobrenatural en mi" " Creeme Enia, para empezar, tu nombre significa pequeño fuego, además tenemos que ir a la Colina de Tara, allí se encuentra la piedra del destino, serás capaz de activar tus poderes de diosa y con un pacto de sangre retener a Morrigan en su cautiverio".
Aún con cierta reticencia por parte de Enia, pusieron rumbo a la Colina de Tara; pararon a hacer noche en un hotel rural, pero se encontraron con que sólo había una habitación. Kalen le indicó que él dormiría en el coche, y tras ayudarle a subir las maletas se dirigió a la puerta " Por favor Kalen, no te vayas , estoy muy asustada por todo esto, no se que creer, y eres lo único que me conecta con el mundo real, hace años que te conozco, siempre he confiado en ti,  y siempre te creí especial". Así que Kalen cerró la puerta y cruzando la habitación se dirigió directamente a Enia, sin dudarlo ni un segundo le lazó a su boca con un beso abrasador, y la abrazó como si fuera lo único de este mundo que quedaba en pie. Esa noche se confesaron antiguos sentimientos, y acabaron entregando sus almas mutuamente por completo, creándose un vínculo  de fuego entre " el que posee las claves " y "la descendiente del fuego".
A la mañana siguiente llegaron pronto a la piedra del destino, juntos se dirigieron al círculo que la rodeaba e inmediatamente el suelo comenzó a temblar, la piedra del destino les reconoció enseguida y oyeron una voz en sus mentes " Gracias por recibir vuestro destino con tanta aceptación, como descendientes de los dioses, os bendigo con el don del la inmortalidad y el control de los elementos del fuego para Enia y el agua para Kalen, vuestro deber juntos será proteger  la  vida de la humanidad, yo estaré siempre aquí para ayudaros en vuestro camino".
Así es como  el final de Enia y Kalen se convirtió en un principio, el principio de su vida juntos, para cuidar el legado de sus antepasados.

20 de mayo de 2015

Cinco segundos

El ruido a mi alrededor se detiene, de pronto noto que todo se ralentiza, cierro los párpados despacio. Entonces me invade una imagen de mi misma siendo una niña, jugando en el campo que hay detrás de la casa de mis abuelos; en el árbol más grueso hay un columpio y yo estoy balanceándome en él,  mi tía pequeña me empuja y yo me río sin parar, contagiando mi risa a mi madre, el resto mis tías y mi abuela. Abro los párpados un segundo para cerrarlos de nuevo. Estoy sentada en el regazo de mi abuela paterna, mientras me consuela del llanto que tengo  por una regañina de mi padre y me dice que esté tranquila, que algún día seré mayor para dejar de llorar y vivir sin miedo, pero que siempre la tendré ahí. Vuelvo a abrir los párpados de nuevo para cerrarlos al instante. Una sucesión de  mi misma despidiéndome de mis amigos de la adolescencia, un arbol de navidad de se cuela en medio, meses después de mi  familia, dejando en mi buzón una carta y subiéndome a un coche para emprender un largo viaje. Otro parpadeo más, esta vez estoy completamente sola en el salón de la que un día fue mi casa con lágrimas rodando por mis mejillas, sufriendo el dolor de la soledad más absoluta. Parpadeo, una sucesión de sonrisas compartidas y abrazos contagiosos de los que un día fueron amigos; seguida de alguna lágrima más. Entonces las imágenes empiezan a ir más rápido y distingo pequeños flases de rostros  que han sido importantes en algún momento de mi vida, ojos que van cambiando, que al final se detienen en tan sólo un rostro. Ese rostro que es mi mitad, esos ojos que hacen que el tiempo no exista, que me hacen sentirme arropada en todo momento y con mi corazón completo. Ese rostro se queda en mi mente de forma permanente mientras mis párpados siguen completamente cerrados. Cuando los abro de nuevo ya no puedo cerrarlos más, porque lo único veo es un borrón que se parece a un coche, pero que está demasiado cerca, el sonido  vuelve de repente a mis oídos,lleno de una mezcla de pitidos, ruedas chirriando, metal chocando y cristal haciéndose añicos; en ese mismo momento la imagen de mi mente se desvanece por completo, cerniéndose sobre mi la más completa oscuridad.

11 de mayo de 2015

Mi viaje

El monitor de la terminal anuncia que el embarque de mi vuelo está apunto de empezar, así que  me coloco en la fila para dirigirme a mi destino. Me siento triste y emocionada a la vez, porque he decidido dejar toda mi vida atrás con tan solo  una maleta y un montón de esperanza. Voy a una tierra desconocida, con gente que apenas conozco de un día, pero eso no me importa nada. Solo sé que debo alejarme de mi anterior yo, que tengo que correr hacia mi destino porque siento que si no me voy nunca conseguiré tener una vida. Me niego a ser una marioneta que hace lo que le dicen todo el tiempo, que no puede opinar ni pensar por si misma; yo no valgo para callarme y obedecer. Aunque sea mujer no soy una sumisa, nunca lo seré, eso es algo que tengo muy claro en mi vida, por eso estoy huyendo; aunque realmente no pienso que esté huyendo, sino que estoy luchando por mi misma, para que mi alma pueda llegar a ser la que debe ser. Sé que  este viaje me va a costar mucho dolor y lágrimas, desesperación, miedo, tentaciones y sobre todo errores; pero no me importa, pasaré por todo lo necesario para poder llegar a tener a alguien que realmente se preocupe por mi y me ame como soy. Tengo muchos defectos, pero ¿quien leches es perfecto en esta vida? déjame decirte que nadie es perfecto. Pero los defectos hacen las partes de nuestra alma que son buenas, todavía sean mejores, y a la vez hacen que tengamos metas y sueños.
Lo digo con entera certeza, porque sé que el final de mi viaje será bueno, mejor de lo que pensaba, porque aunque todavía no ha acabado, ahora estoy en un punto avanzado de este viaje recogiendo todo lo bueno que me encuentro en él, aunque no sé donde será el final, si a quien me llevaré conmigo. Es un viaje que ha comenzado con muchas lágrimas, pero para llegar a las sonrisas que nos iluminan hasta nuestros ojos, hay que pasar por un mar de lágrimas; entonces sabrás de verdad en que momento disfrutas de esas sonrisas. Eso hace que todo viaje merezca la pena.

26 de abril de 2015

Llueve sobre mi

Despierto en medio de una noche de lluvia intensa, reconfortada por el repiqueteo de las gotas sobre el asfalto, pero mi dolor regresa al segundo en que me giro y veo que  tu lado de la cama está vacío. Todos los recuerdos de una semana atrás vienen sobre mi. Las lágrimas empiezan a correr sin cesar por mis mejillas, porque me acuerdo de cada una de tus caricias sobre mi piel, de cada latido que compartimos el uno con el otro y de cada vez que susurrabas mi nombre con tanto amor. Lloro  porque todo a mi alrededor sigue como antes de irte, tus cosas están donde las dejaste y no he sido capaz de tocarlas de nuevo, ni siquiera he sido capaz de mirar ninguna de nuestras fotos juntos, me paso la mayoría del tiempo como un fantasma, sin nada fijo que hacer, salvo extrañarte continuamente y llorar por ti.
Cada día que pasa  solo quiero que me lleves contigo a donde quiera que te hayas ido, porque te necesito en cada inhalación de mis pulmones. Sigo sin hacerme a la idea de que no solo la mitad de mi alma se ha ido, porque realmente todo de mi alma se ha ido, siento que la lluvia me invade por dentro, ahogando cada parte de mi alma. Así que hago lo único que puedo hacer en ese momento, salgo al jardín y me tumbo en la hierba con la lluvia cayendo intensamente sobre mi, pero no mi importa, ni siquiera me preocupo por ser capaz de respirar bajo ella, solo quiero que me lleve contigo. Dejo que mis sentidos se apaguen por completo sin sentir nada más que las gotas golpeándome duro en mi piel, quemándome por dentro.
Entonces de pronto apareces tumbado a mi lado como un sueño, estás completamente seco y exactamente como la última vez que te vi antes de ese accidente que te arrebató de mi; noto tu mano entrelazada con la mía y mi alma apaciguandose con tu presencia. Ahí es cuando me doy cuenta y por fin respiro, porque sé que has venido a buscarme, para llevarme contigo y tan solo hago una cosa con todo mi corazón y mi alma, dejo que me lleves.

17 de abril de 2015

Tiempo robado

Hojas se azotan entre si  con el empuje de un soplo de aire, ramas se mecen en un vaivén de una danza desigual, se escucha un silbido entre la madera de la ventana y las luces empiezan a parpadear. Decido encender una vela por si la luz decidiese desaparecer por completo, me asomo a la ventana y observo el revuelo de la naturaleza ante la presencia del viento. Pronto el viento amainará, y las nubes oscuras que se acercan, descargarán lluvia con ira sobre el campo.Así me encuentro encandilada observando el exterior en una penumbra creciente, por el rabillo del ojo me parece percibir un destello y me giró hacia la ventana de mi derecha. Una pequeña luz tintinea en el inicio del bosque, observo más atentamente y veo la silueta de una anciana, que se dirige por el camino que lleva  a la aldea . El ruido de un trueno cercano me hace saltar hacia atrás, cuando vuelvo a mirar por la ventana, la luz está tirada en el suelo y la anciana junto a ella. Sin dudarlo me pongo mi abrigo y mis zapatillas y echo a correr para ayudarla. En cuanto cruzo el prado que me separa del camino, la noche se vuelve todavía más oscura, pero ya estoy llegando a la anciana. Me tiro sobre mis rodillas a su lado para ayudarla, yace boca abajo y no sé si respira; le doy la vuelta para ver si puedo ayudarla y al verle la cara de mi garganta sale el grito más aterrador que puedes emitir al saber que algo terrible te espera. Su cara está en descomposición y no es una anciana sino una joven chica, unos afilados dientes asoman entre sus labios, de sus pulmones sale un bajo gruñido. Lo siguiente que noto es espesura intensa en mi mente y un dolor que quema cada vena de mi cuerpo, la cara de la chica se vislumbra a través de mi visión borrosa, su cara se está curando y es realmente hermosa. Noto cada vez mi cuerpo más cansado, por eso sé que mi vida se está agotando y con un último esfuerzo le susurro a la chica " no desperdicies el tiempo que me estás robando" y así mis ojos se cierran definitivamente.

15 de abril de 2015

Precipitado final.

Lluvia intensa  cae al salir corriendo a la calle, pero no puedo dejar de correr, necesito alejarme de allí todo lo posible,  me he corrompido con tanta maldad y mi alma está tan podrida por dentro. Lo malo es que cuando esto empieza en tu interior, notas que te vas enfermando y la rabia toma el lugar de razón, para abandonar por completo cabeza y robándote el corazón. Por enésima vez nos habíamos peleado, pero esta vez era diferente, porque notaba que nunca íbamos a cambiar; ella siempre sabía lo que quería, pero yo sin embargo no podía pensar con claridad. Necesitaba alejarme, dejar atrás meses de lo que yo creía era amor y que realmente era una enorme traición. En el fondo siempre había sospechado que ella no me quería, demasiado ángel para un demonio como yo. Tengo muchos fantasmas, las manos manchadas de dolor ajeno y sangre, pero este soy yo y estoy totalmente perdido en mi oscuridad irreversible y por muy intensa que sea la luz, no es posible encauzar esta espesura que me envuelve continuamente. Cuando sabes que tu alma está contaminada,  no te queda otra opción que correr o pudrirte, porque ya nunca más volverá a estar sana. Así que aquí estoy yo corriendo con un rumbo fijo, con una meta clara, que ninguna tormenta será capaz de parar. El agua corre desesperadamente por mi cuerpo, pero no consigue limpiarme, sino que me siento más sucio todavía, sobre todo cuando miro mis manos y veo rastros de sangre, su sangre, sangre que representa la vida que yo le he arrebatado sin pensármelo dos veces. Soy un maldito monstruo y un jodido cobarde, por no hacer esto antes de arrebatarle el tiempo a alguien que si merecía vivir. Corro, más rápido, hasta que mis piernas casi no pueden más, ya estoy ahí, cojo impulso y salto por encima de las rocas al vacío. Los segundos parecen detenerse, mientras caigo en el aire y escucho bajo mis pies es rugido del mar, al que voy a pertenecer para siempre. En mi último suspiro un único pensamiento, sus ojos, esos que he cerrado para siempre,  ahora me toca a mi, así  es como nuestra vida y nuestro amor se muere.

25 de marzo de 2015

Las almas ahogadas

Almas solitarias en un barco a la deriva, llenas de tristeza y melancolía. Lágrimas escapan por la borda del barco, cayendo al mar enfurecido, creando un rebelde y salvaje oleaje. Las espumosas olas ennegrecidas, atrapan al barco en una especie de remolino y entonces del centro comienza a elevarse una especie de gárgola viviente y feroz, poco a poco se deja ver; unos intensos ojos azul marino destacan en el centro de un rostro hermosísimo. En ese momento hay un reconocimiento atroz entre las almas, es Poseidon el dios del mar. Se sienten traicionadas, solas y abandonadas ante este ser de inmenso poder, porque saben lo que ahora viene. Un tridente se levanta por encima de su cabeza hacia el barco, este zumba chirriando con cada vibración, almas saltan voluntariamente por la borda para caer en las fauces de esas olas espumosas, que resultan ser los tritones de Poseidon. Finalmente las recogen a todas, que entre alaridos de dolor son arrastrados a las profundidades del océano, tragadas por una oscuridad impenetrable, para entregárselas con sonrisas malévolas al rey del inframundo Hades.

24 de marzo de 2015

Guerra fría

Recuerdo tras recuerdo te mantengo viva conmigo, aunque eso sirve para mantenerte junto a mi alma cada segundo de mi vida, lloro por dentro por todas las cosas que tú podías hacer y yo no puedo. Eras un pilar estable que manejaba todo sin darnos apenas cuenta, pero ahora que no estás la batalla ha estallado y yo no puedo controlar las bombas que lanzan a mi alrededor, aunque estas no sean para mi. Intento ser la mente de la razón y un pensamiento lejos de influencias de uno y otro bando, pero la verdad es que no puedo; yo soy la que está sufriendo los daños colaterales y no puedo hacer nada. No me puedo decantar por un bando, no puedo tomar una decisión sin sentirme culpable y mal, no puedo en cada momento dejarme guiar por mis sentimientos sin ser juzgada, no puedo dar una opinión sobre esta guerra sin que me sea pedida. Lo peor de este llanto es que en el fondo sé que se están perdiendo oportunidades de paz, una paz que no sé si algún día se logrará y lo que esa paz puede arrastrar consigo. Porque déjame decirte, aunque tú seguro que ya lo sabías, que para llegar a la paz en muchas ocasiones se destruyen ciudades enteras primero. Yo no sé si podré con ello, pero sé que estoy harta de mantenerme al margen y no sé si realmente arriesgándome ganaré algo que no sea el dolor. No me vale un bando u otro, yo busco paz  y presiento que es imposible. Al final estoy sola en medio de un desierto de arena, soportando un calor abrasador y un viento huracanado lleno de mini cristalitos que cortan centímetro a centímetro mi piel hasta que penetran en mi interior, soportando todo para finalmente caer de rodillas y ser la que pierde.

17 de marzo de 2015

Relato breve: Un goteo en mi mente

Un pequeño goteo entra poco a poco en mi e invade mi mente dormida, no soy capaz de abrir los ojos y me siento completamente aturdida. Incapaz de ubicarme en estos momentos, pienso que se me ha olvidado cerrar bien el grifo, pero no puedo moverme en medio de esta oscuridad y con esta pesadez de cuerpo. Trabajo para intentar despertarme de esta extraña sensación y poder incorporarme. Un escalofrío me recorre cuando aparto la sábana que me cubre el cuerpo, me doy cuenta de que todo el ambiente está demasiado frío y húmedo, intento poner mis pies en el suelo, pero todo lo que noto bajo ellos al sentarme al borde de la cama es agua.
 Está helada, pero lo más extraño es que no toco fondo, eso me asusta demasiado y recojo mis pies al instante. ¿Qué demonios está ocurriendo? , no soy capaz de pensar correctamente y empiezo a pensar en la noche anterior, pero no encuentro en mi memoria absolutamente nada. El pánico invade mi mente, si al menos pudiese ver algo... esto tiene que ser una pesadilla y en cualquier momento me voy a despertar estoy segura. Me pellizco, no entiendo nada, pero tengo que hacer algo, o nos abre que está pasando. Decido que voy a bajar de la cama, si hay mucha agua volveré a subir de nuevo. Cuento hasta tres para mi misma y me deslizo en el agua; mierda, mierda, mierda esto es más profundo de lo que creía, el agua me cubre por completo y no tengo ni idea de cuantos metros hay por debajo mió . Subo a la superficie, cojo aire profundamente cuando salgo y abro los ojos, me sobresalto al descubrir que puedo ver algo, la iluminación es tenue como de una vela, y lo que veo me aterra.
Estoy en una especie de lago subterráneo, las paredes están llenas de moho y en la orilla que tengo a unos cinco metros de distancia hay un sillón de espaldas al lago, veo una cabeza alta, de cabello oscuro y corto, que se asoma por encima del respaldo. Un nuevo escalofrío de terror me atraviesa, observo atrás al lugar donde estaba; una especie de tarima con una cama en medio, ahí es donde estaba yo dormida. Algo en mi interior me dice que esto es algo muy malo, mi sexto sentido me dice que tengo que huir porque sé que esto es un juego y que yo voy a morir en él.
Nado intentando alejarme del sillón, cuando una voz retumba por toda la sala: -Ni siquiera lo intentes, no hay salida, tienes dos opciones, quedarte para obedecer o huir y morir.
Me quedo paralizada sin saber que hacer, el agua está demasiado fría y ya empieza hacer mella en mi, y ni loca pienso acercarme a ese sillón. Decido que lo mejor es volver a esa cama, si veo que ese hombre se acerca a mi, me ahogo antes de que intente herirme, prefiero morir a que me ponga las manos encima. Cuando me siento de nuevo en la cama, me arropo para secarme y quitarme la tiritona que tengo encima, después de unos minutos entro en calor y me relajo un poco, sin dejar de estar pendiente del sillón.
Pierdo la cuenta de los minutos que pasan hasta que esa horrible voz llena de nuevo las paredes y rebota por todo el lago: - Eres la elegida, vas a tener quedarte te guste o no. No eres una invitada, eres mi prisionera y mi sacrificio-. Entonces el sillón gira despacio, y veo un rostro de unos treinta años, con unos intensos ojos negros,la mitad de su rostro está lleno de brillantes escamas blancas  y tiene una extraña lengua larga bífida que le asoma cuando habla. no soy capaz de  asimilar lo que veo, así que  me dejo arrastrar por un intenso remolino en mi cabeza, lo siguiente que noto es oscuridad total, pero ese goteo sigue ahí .

12 de marzo de 2015

Inocencia

Un hermoso ser, pequeño, rebelde, impulsivo, temperamental, cariñoso y sobre todas las cosas inocente. Haga lo que haga, pase lo que pase, le miras y algo en tu interior se ablanda por esa inocencia. Si tienes un buen día, te lo mejora y eleva tu felicidad a la enésima no potencia.  Si tu día es malo, te cruzas con sus hermosos ojos, que te miran llenos de amor y se te olvidan un poco tus penas.
Es increíble lo que te hace sentir ante el miedo, porque sacas fuerzas de donde no las tienes y hasta se te olvida tu propio miedo. Solo temes porque esa inocencia se vaya, ese sí que es tu mayor miedo.  Gracias a esa inocencia disfrutas de unos sentimientos inimaginables, esa inocencia es mi más hermoso regalo, esa inocencia pequeña y a la vez tan grande es parte de mi norte, esa inocencia eres tú.

8 de marzo de 2015

El viento

Un delicado susurro en tu oído,
tan especial y a la vez tan mágico,
corre y corre con la misma vida,
va y viene, viene y va.

Siempre en suave movimiento,
incluso lo escuchas mar adentro;
le observo allá muy lejos,
aunque no lo veo, pero sí lo siento.
Va y viene, viene y va.

Deslizando tu hermoso cabello,
acariciando tu suave piel,
mientras te arrebata segundo a segundo,
 igual que impulsa las olas del mar.
Va y viene, viene y va.


El viento nos une a ambos,
 por muy lejos que estemos;
te acaricia y me acaricia con calor,
para encontrarnos y mostrarnos amor.
Va y viene, viene y va.

5 de marzo de 2015

Relato Breve: Tu mirada.

Un día nublado de octubre, Enma salió a la calle a primera hora de la mañana, cargada con su cazadora y paraguas porque presentía que iba a llover. Tras quince minutos de caminata en su trayecto habitual al trabajo, goterones empezaron a llenar el aire y a precipitarse sobre el asfalto de la ciudad. Suspirando, abrió su paraguas luchando contra el viento que acompaña esta lluvia otoñal; su paciencia se empezaba a crispar al intentar apartar el cabellos revueltos de su cara, pero sin lograrlo en absoluto. En una ráfaga su paraguas salió disparado, y ella fue a perseguirlo hasta que se estrelló contra un árbol. Con las pocas ganas que le quedaban de seguir este día se dispuso a coger el montón hierro y tela, cuando estiró su mano para alcanzarlo  encontró otra mano cálida. Levantó la cabeza y una mano más le apartó el cabello de los ojos, encontrándose de frente con unos enormes ojos oscuros, almendrados e intimidantes; en un primer momento un escalofrío le recorrió la espalda, pero no era capaz de apartar la mirada de esos ojos intensos. Un carraspeo le devolvió a la realidad de la calle, nerviosa retiró su mano de la del chico y le dio las gracias para seguir su camino desastroso al trabajo.
Durante la mañana en la oficina, su mente divagaba constantemente al chico que la hipnotizó con su mirada; ahora que lo pensaba bien era bastante atractivo, vestía informal con sudadera y vaqueros, pero le favorecían. De vuelta a casa deseaba encontrarse con esa mirada de nuevo, pero sabía que era inútil buscarla; no sabía nada de ese chico. Además parecía el típico que se creía la leche. Tras dos días teniéndolo en su cabeza, decidió que ya era hora de que se fuera a tomar vientos y se animó a salir con sus amigos de la universidad, solían quedar una vez cada tres meses, cenaban y hablaban de como les iban las cosas. Seguro que hablando con  Lucas, su mejor amigo, despejaría su mente.
Enma llegó tarde al restaurante porque estaba nerviosa y tardó más de lo habitual en aparcar el coche, entró directamente hacía la mesa que reservaban siempre; se le iluminó la cara al ver a Lucas y de espaldas a ella había un chico al que no conocía. Lucas asintió hacia ella, entonces el chico que no conocía se volteó y se quedó totalmente paralizada. Eran esos ojos de nuevo, grandes, oscuros e intimidadores. Exactamente como los recordaba, con los que había soñado durante los últimos días una y otra vez. Unas voces la devolvieron a la vida y se sentó junto a Lucas. La cena fue bastante bien, el chico nuevo se llamaba  Ismael, era amigo de Lucas de la infancia. Descubrió que tenían bastantes cosas en común, además durante toda la cena no dejaban de mirarse intensamente.
 Tras la cena, Ismael se ofreció a acompañarla  a su coche, en el trayecto andando iban charlando tranquilamente y sonriendose el uno al otro constantemente. De pronto unas sirenas insoportables les atacaban los oídos, tres pratuyas de policía venían en su dirección, los pitidos de coches les taladraban la cabeza. El chirrido de unas ruedas les sobresaltó en la calle, Ismael llamó a Enma  gritando, ella se giró para mirarle, pero lo único que vio fue el capó de un coche cerniéndose sobre ella y sintió un fuerte dolor en todo el cuerpo, era como si le clavasen un millón de agujas por todas partes. Su mente se oscureció por completo, una voz le llamaba a lo lejos, en un intento desesperado contra ese dolor abismal, abrió lentamente los párpados  y de nuevo vio esos ojos preciosos, que le acompañaron todo el tiempo esa noche, en un último aliento le dijo como pudo : Me llevo conmigo tu mirada. Con esas últimas y hermosas palabras para Ismael,  la vida de Enma se apagó en ese instante para siempre.

2 de marzo de 2015

Nada...

Tu  mente abrumada con una sucesión de pensamientos, que te invita a despojarte de todos ellos, pero por más que lo intentas no eres capaz. Tu pecho subiendo y bajando a un ritmo demasiado rápido, causado por la respiración descontrolada de tus pulmones. El aire empujando con brusquedad a través de tu cuerpo, provocando  una visión borrosa y blanquecina, que se va oscureciendo con segundos eternos que pasan a tu alrededor.
Después de eso: Nada,  absolutamente nada, ya no eres capaz de ver, ni de oír, no sientes tus huesos ni tus músculos. No eres consciente de lo que ocurre a tu alrededor, y no sabes tan siquiera si estás respirando. Tu pecho no sube y baja, tus pulmones no sabes si se están llenando de aire, y no eres capaz de abrir los ojos ¿Quizás están abiertos? y no lo sabes, no sientes absolutamente nada. Ni siquiera una pequeña ansiedad al pensar en esa nada, aún pareciendo que debes temer este vacío, no es así.
 Tan solo sientes esa nada, disfrutando de ella, por una simple razón; es adorable por un momento no sentir absolutamente nada ¿Cuanto durará? Nadie lo sabe. Quizás me quede así para siempre ¿Qué es esto? ¿Por qué estoy en este estado? Nada de eso importa, no te obsesionas en buscar respuestas, tan solo dejas a tu mente volar hacia el abismo ...
Un pitido lejano e  intermitente interrumpe esa nada en tu mente, intentas abrir los ojos lentamente y se filtra una luz brillante, demasiado intensa. Al acostumbrarte a la visión, se van asomando  rostros borrosos. Pequeños ruidos se filtran e invaden  tu mente...Que pena, se acabó esta nada...

28 de febrero de 2015

Fantasía

Sentir y tener ilusión por algo que no existe en este mundo, te permite sobrellevar esos agujeros negros que todos encontramos en algún momento de nuestra vida. Desde niños las ilusiones más pequeñas, están basadas en la fantasía pura de nuestra mente. El ser humano está diseñado para dejar volar la imaginación, eso nutre nuestra alma constantemente, haciendo que tengamos retos, ilusiones y nuevas emociones provocadas por esa fantasía. No podemos permitirnos el lujo de perder esa parte de nosotros mismos, porque al final lo único que nos queda sin esa fantasía es una rutina, aburrida, monótona y carente de emoción.
Desconecta de vez en cuando y permite a tu cabeza divagar, imagina el poder que una estrella puede tener en ti. ¿Te lo digo? todo el que tú le quieras dar. Esos hermosos seres que podemos crear como Ninfas, Elfos, Hadas, Dragones... Todos ellos cuidan de nuestra alma, nos envuelven desde pequeños en sus brazos, meciendo nuestra infancia para plantar la semilla del hermoso en nuestro ser. Por un momento, permítete el lujo de imaginar un alter ego en otro mundo, en el que tu podrás hacer lo inimaginable: Volar a través de nubes de colores,  con un viento con tu olor favorito llenándote los pulmones y al exhalar, aparece ante ti la más increíble de las flores. Tener unas alas impresionantes, que si te envuelven, te conviertes en invisible. Hablar con seres de otro mundo, que te escuchan sin protestas y te reconfortan de los males de nuestro mundo...
Di me si no son maravillosas, esa infinidad de posibilidades que se despliegan ante ti, todo a través de una palabra: fantasía. Todo al alcance de tu mente, de hasta donde tú estés dispuesto a llegar. Anímate, anima a tu alma y deja que la fantasía te infunda algo diferente de la realidad y que sea una forma de olvidarte de lo mundano.

26 de febrero de 2015

Agotamiento

Abres los ojos después de una corta noche, sintiendo cada parte de tu cuerpo como el plomo. Piensas que si no te mueves, se pasará la sensación y podrás enfrentarte al día. Pero eso no ocurre por muchos minutos que esperes, incluso  se agrava. Al final decides poner los pies sobre la alfombra e incorporarte lentamente, pero el resultado es todo tu cuerpo desgarbado caminando en un intento de localizar el grifo de la ducha. Bajo el agua, piensas que eso repondrá tu energía, pero de nuevo te equivocas, porque lo único que consigues es un temblor hasta lo más profundo de los huesos, que te obliga  a secarte tiritando y vestirte pensando en todos los insultos  que conoces . Pones tu última esperanza en esa taza de café, que te espera llamándote, pero que solo resulta ser un pozo negro amargo que agrava tu temblor nervioso. Te resignas y sales de casa, pensando en la mierda de día que te espera. Tu optimismo está por los suelos y tu mente totalmente desconectada de tu ser, en una especie de sonambulismo que apenas reaccionad a los estímulos de la calle. Llegar al trabajo es un reto, pero más aún pasar allí el resto de la jornada. Aún así, después de quinientos treinta y siete suspiros, una aspirina y dos botellas de agua; consigues superarlo. Aunque para ti ha sido una larga pesadilla, que solo puedes solucionar entregándote de nuevo a la oscuridad del sueño; con la esperanza de que al despertarte tus músculos reaccionen, en lugar de sentirse nuevamente pesados. Abres los ojos, la sensación del plomo empujando tu cuerpo de nuevo se apodera de ti...¡nooooooo! necesito sobrevivir para poder vivir al fin...

4 de febrero de 2015

Boom,boom,boom

Se inicia al escuchar un latido por segundo: boom,boom,boom... El ritmo se para tres segundos, para de nuevo  retomarlos cada medio segundo: boom,boom,boom... De repente uno se eleva hasta el infinito, cortándote la respiración y provocando que cada una de las venas de tu cuerpo se sobresalten a la vez. Tus ojos se agitan y rebuscan nerviosos ¿qué es lo que quieren ver?, realmente no quieren ver nada, nuestra mente juega con nosotros. 
El ser perverso que llevamos dentro, nos atormenta creando un mundo paralelo inexistente, pero que a la vez  nos teletransporta a otra dimensión. Realidad  y ficción se entremezclan y  atormentan tu interior. Aunque la parte razonable de tu ser intenta tomar el control para relajar esos latidos. Pero al segundo siguiente todo se vuelve negro, tu alma se sume en una niebla densa que se te desorienta. El ser perverso de tu interior vuelve a ganar terreno y tu alma intenta rasgarte para salir. Tu lucha interna se acrecienta, pero de repente eso que te ha sobresaltado se desvanece; intentas retomar tu ritmo de respiración y tu mente racional toma el control.
 El día termina y decides cerrar los ojos para restablecer tu equilibrio, respiras lentamente. Hasta que un rayo intenso de agonía atraviesa tus párpados como un flash y desvela al ser perverso de tu interior... Tu lo devuelves a donde pertenece, al interior, el  rayo vuelve cada minuto hasta que la oscuridad llega e intranquilo te das por vencido.

29 de enero de 2015

Temblores

Tu sola presencia altera mi alma,
rellenando mis huecos con trazos confusos.
El gris se va mezclando con diversos colores,
que se confunden, para derretir mi ser.

Sentimientos afloran en cada uno de mis poros,
se elevan en jirones y volatilizan en el aire,
desvaneciéndose para dejar paso a unos nuevos.

Desaparece cualquier rastro de razón,
la emoción se dispara al centro de mi aura.
Fluye  como un gran río desbordado,
que abandona el cauce y va a donde quiere.

Temblores apremian en cada parte de mi ser,
llamas envuelven el contorno de mi corazón,
todo se desvanece y aumenta al ver tus ojos,
me derrumbo y levanto con acariciar tu piel,
descubro que eres mi anochecer y amanecer.

1 de enero de 2015

El alma

El alma es el centro y la esencia de cada uno de nosotros, ahí se encuentran nuestros sentimientos, nuestras emociones más profundas, aquello que podemos guardar para nosotros únicamente. Cuando creas arte, es inevitable rebuscar ahí dentro, tenemos que afrontar miedos, remover el interior como un huracán que arrasa la tierra. Hacer todo lo necesario para sacar lo mejor que hay ella. Aquí deseo plasmar un poco de creatividad y fantasía, pero con la esencia. Sólo espero algún día llegar a lograrlo.