4 de febrero de 2015

Boom,boom,boom

Se inicia al escuchar un latido por segundo: boom,boom,boom... El ritmo se para tres segundos, para de nuevo  retomarlos cada medio segundo: boom,boom,boom... De repente uno se eleva hasta el infinito, cortándote la respiración y provocando que cada una de las venas de tu cuerpo se sobresalten a la vez. Tus ojos se agitan y rebuscan nerviosos ¿qué es lo que quieren ver?, realmente no quieren ver nada, nuestra mente juega con nosotros. 
El ser perverso que llevamos dentro, nos atormenta creando un mundo paralelo inexistente, pero que a la vez  nos teletransporta a otra dimensión. Realidad  y ficción se entremezclan y  atormentan tu interior. Aunque la parte razonable de tu ser intenta tomar el control para relajar esos latidos. Pero al segundo siguiente todo se vuelve negro, tu alma se sume en una niebla densa que se te desorienta. El ser perverso de tu interior vuelve a ganar terreno y tu alma intenta rasgarte para salir. Tu lucha interna se acrecienta, pero de repente eso que te ha sobresaltado se desvanece; intentas retomar tu ritmo de respiración y tu mente racional toma el control.
 El día termina y decides cerrar los ojos para restablecer tu equilibrio, respiras lentamente. Hasta que un rayo intenso de agonía atraviesa tus párpados como un flash y desvela al ser perverso de tu interior... Tu lo devuelves a donde pertenece, al interior, el  rayo vuelve cada minuto hasta que la oscuridad llega e intranquilo te das por vencido.

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