28 de febrero de 2015

Fantasía

Sentir y tener ilusión por algo que no existe en este mundo, te permite sobrellevar esos agujeros negros que todos encontramos en algún momento de nuestra vida. Desde niños las ilusiones más pequeñas, están basadas en la fantasía pura de nuestra mente. El ser humano está diseñado para dejar volar la imaginación, eso nutre nuestra alma constantemente, haciendo que tengamos retos, ilusiones y nuevas emociones provocadas por esa fantasía. No podemos permitirnos el lujo de perder esa parte de nosotros mismos, porque al final lo único que nos queda sin esa fantasía es una rutina, aburrida, monótona y carente de emoción.
Desconecta de vez en cuando y permite a tu cabeza divagar, imagina el poder que una estrella puede tener en ti. ¿Te lo digo? todo el que tú le quieras dar. Esos hermosos seres que podemos crear como Ninfas, Elfos, Hadas, Dragones... Todos ellos cuidan de nuestra alma, nos envuelven desde pequeños en sus brazos, meciendo nuestra infancia para plantar la semilla del hermoso en nuestro ser. Por un momento, permítete el lujo de imaginar un alter ego en otro mundo, en el que tu podrás hacer lo inimaginable: Volar a través de nubes de colores,  con un viento con tu olor favorito llenándote los pulmones y al exhalar, aparece ante ti la más increíble de las flores. Tener unas alas impresionantes, que si te envuelven, te conviertes en invisible. Hablar con seres de otro mundo, que te escuchan sin protestas y te reconfortan de los males de nuestro mundo...
Di me si no son maravillosas, esa infinidad de posibilidades que se despliegan ante ti, todo a través de una palabra: fantasía. Todo al alcance de tu mente, de hasta donde tú estés dispuesto a llegar. Anímate, anima a tu alma y deja que la fantasía te infunda algo diferente de la realidad y que sea una forma de olvidarte de lo mundano.

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