26 de abril de 2015

Llueve sobre mi

Despierto en medio de una noche de lluvia intensa, reconfortada por el repiqueteo de las gotas sobre el asfalto, pero mi dolor regresa al segundo en que me giro y veo que  tu lado de la cama está vacío. Todos los recuerdos de una semana atrás vienen sobre mi. Las lágrimas empiezan a correr sin cesar por mis mejillas, porque me acuerdo de cada una de tus caricias sobre mi piel, de cada latido que compartimos el uno con el otro y de cada vez que susurrabas mi nombre con tanto amor. Lloro  porque todo a mi alrededor sigue como antes de irte, tus cosas están donde las dejaste y no he sido capaz de tocarlas de nuevo, ni siquiera he sido capaz de mirar ninguna de nuestras fotos juntos, me paso la mayoría del tiempo como un fantasma, sin nada fijo que hacer, salvo extrañarte continuamente y llorar por ti.
Cada día que pasa  solo quiero que me lleves contigo a donde quiera que te hayas ido, porque te necesito en cada inhalación de mis pulmones. Sigo sin hacerme a la idea de que no solo la mitad de mi alma se ha ido, porque realmente todo de mi alma se ha ido, siento que la lluvia me invade por dentro, ahogando cada parte de mi alma. Así que hago lo único que puedo hacer en ese momento, salgo al jardín y me tumbo en la hierba con la lluvia cayendo intensamente sobre mi, pero no mi importa, ni siquiera me preocupo por ser capaz de respirar bajo ella, solo quiero que me lleve contigo. Dejo que mis sentidos se apaguen por completo sin sentir nada más que las gotas golpeándome duro en mi piel, quemándome por dentro.
Entonces de pronto apareces tumbado a mi lado como un sueño, estás completamente seco y exactamente como la última vez que te vi antes de ese accidente que te arrebató de mi; noto tu mano entrelazada con la mía y mi alma apaciguandose con tu presencia. Ahí es cuando me doy cuenta y por fin respiro, porque sé que has venido a buscarme, para llevarme contigo y tan solo hago una cosa con todo mi corazón y mi alma, dejo que me lleves.

No hay comentarios:

Publicar un comentario