17 de marzo de 2015

Relato breve: Un goteo en mi mente

Un pequeño goteo entra poco a poco en mi e invade mi mente dormida, no soy capaz de abrir los ojos y me siento completamente aturdida. Incapaz de ubicarme en estos momentos, pienso que se me ha olvidado cerrar bien el grifo, pero no puedo moverme en medio de esta oscuridad y con esta pesadez de cuerpo. Trabajo para intentar despertarme de esta extraña sensación y poder incorporarme. Un escalofrío me recorre cuando aparto la sábana que me cubre el cuerpo, me doy cuenta de que todo el ambiente está demasiado frío y húmedo, intento poner mis pies en el suelo, pero todo lo que noto bajo ellos al sentarme al borde de la cama es agua.
 Está helada, pero lo más extraño es que no toco fondo, eso me asusta demasiado y recojo mis pies al instante. ¿Qué demonios está ocurriendo? , no soy capaz de pensar correctamente y empiezo a pensar en la noche anterior, pero no encuentro en mi memoria absolutamente nada. El pánico invade mi mente, si al menos pudiese ver algo... esto tiene que ser una pesadilla y en cualquier momento me voy a despertar estoy segura. Me pellizco, no entiendo nada, pero tengo que hacer algo, o nos abre que está pasando. Decido que voy a bajar de la cama, si hay mucha agua volveré a subir de nuevo. Cuento hasta tres para mi misma y me deslizo en el agua; mierda, mierda, mierda esto es más profundo de lo que creía, el agua me cubre por completo y no tengo ni idea de cuantos metros hay por debajo mió . Subo a la superficie, cojo aire profundamente cuando salgo y abro los ojos, me sobresalto al descubrir que puedo ver algo, la iluminación es tenue como de una vela, y lo que veo me aterra.
Estoy en una especie de lago subterráneo, las paredes están llenas de moho y en la orilla que tengo a unos cinco metros de distancia hay un sillón de espaldas al lago, veo una cabeza alta, de cabello oscuro y corto, que se asoma por encima del respaldo. Un nuevo escalofrío de terror me atraviesa, observo atrás al lugar donde estaba; una especie de tarima con una cama en medio, ahí es donde estaba yo dormida. Algo en mi interior me dice que esto es algo muy malo, mi sexto sentido me dice que tengo que huir porque sé que esto es un juego y que yo voy a morir en él.
Nado intentando alejarme del sillón, cuando una voz retumba por toda la sala: -Ni siquiera lo intentes, no hay salida, tienes dos opciones, quedarte para obedecer o huir y morir.
Me quedo paralizada sin saber que hacer, el agua está demasiado fría y ya empieza hacer mella en mi, y ni loca pienso acercarme a ese sillón. Decido que lo mejor es volver a esa cama, si veo que ese hombre se acerca a mi, me ahogo antes de que intente herirme, prefiero morir a que me ponga las manos encima. Cuando me siento de nuevo en la cama, me arropo para secarme y quitarme la tiritona que tengo encima, después de unos minutos entro en calor y me relajo un poco, sin dejar de estar pendiente del sillón.
Pierdo la cuenta de los minutos que pasan hasta que esa horrible voz llena de nuevo las paredes y rebota por todo el lago: - Eres la elegida, vas a tener quedarte te guste o no. No eres una invitada, eres mi prisionera y mi sacrificio-. Entonces el sillón gira despacio, y veo un rostro de unos treinta años, con unos intensos ojos negros,la mitad de su rostro está lleno de brillantes escamas blancas  y tiene una extraña lengua larga bífida que le asoma cuando habla. no soy capaz de  asimilar lo que veo, así que  me dejo arrastrar por un intenso remolino en mi cabeza, lo siguiente que noto es oscuridad total, pero ese goteo sigue ahí .

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